CABEZAS NEGRAS

YO, LOOSER

YO, LOOSER. Exposición Sala Guillermo Nuñez, Casa de la Cultura del Bosque, Santiago, Chile.

Este mundo es la voluntad de poder, y nada más! ¡Y también vosotros mismos sois esa voluntad de poder, y nada más.(F.N.)

Yo, Looser indaga en las construcciones de la perdida, en los espacios vacuos que dejan los fragmentos de perdición donde se crean las cosas, las historias personales y los sucesos colectivos. El perdedor marca la resistencia en la medida que desmitifica la oficialidad del sitio del honor, hace lo que no debe para señalar lo que corresponde y es.

Una consecución de hechos que aleatoriamente van organizando un transcurso y un final sin poder definir algo que pueda contener una decisión, un acto de poder propio desplazado a los deseos y necesidades de una política voraz de la aparición, espacio prohibido al silencio, a la falta de brillo y majestuosidad de los actos, los que parecen heroicos en la demanda por una existencia que se olvida paulatinamente.

La pérdida recoge el desbaste que indica el proceso, el purulento transito al éxito configurando en la estela del arrastre un episodio material, consistente que no tendrá salida al mundo en la medida que da cuenta de las maniobras que posibilitan alcanzar el posicionamiento en un estado superior. El sitial configurado en la meseta final de toda batalla sin involucrar partes de dolor, partes de cuerpo, partes de una melancolía enferma de un rictus social que es efectivamente el constructor de un paisaje social real, de una escena de la vida diaria que compite con su mejor bello amorfo para enarbolar el paño de la victoria.

Los seres humanos están procurando siempre infligir sus voluntades sobre otras; es decir, desean convencer a la gente de que ellos tienen verdades; que son más elegantes, que están correctos, que tienen gran influencia, que deben ser admirados, o que están aquí para salvar la humanidad. Sin embargo, cada acción hacia otro individuo proviene de un deseo profundo de traer a esa persona bajo su poder en una forma u otra. Así, el crecimiento, el instinto de conservación, la dominación y la movilidad ascendente en la escala social son algunos de los elementos básicos de la voluntad que todo en el mundo se exhibe.